miércoles, 5 de octubre de 2011

OPINIONES DEL VIEJO GALBRAITH SOBRE EL ORIGEN DE LAS RECESIONES

"El espectro que acosa a toda política económica de los países desarrollados no es la escasez de ahorro sino la recesión producida por no haber usado todo el ahorro disponible. Pues la tendencia del ahorro, y del capital, por lo tanto, es a ser superabundante a pesar del abundante uso que se hace de el, porque cuanto más eficazmente se equilibre el ahorro mediante inversión que lo absorba, mas alta será la renta y por ello tanto mas aumentará el ahorro".
Asi pues "la expansión constante del producto y la renta favorece el ahorro individual igual que el de las sociedades; y esta es la paradoja: las medidas adecuadas para garantizar su utilización sirven también para aumentar la oferta". 
Pero "si hay ahorro que no se usa, esto es, que no se gasta, la demanda de bienes disminuye por debajo de los niveles esperados o planificados y disminuirá también la ocupación, y, ésto a su vez, llevará a una disminución de la inversión y, al cabo del tiempo, a un recorte de la inversión planificada: este es un proceso de recesión y depresión, que continuará hasta que los agentes disminuyan el nivel de ahorro hasta el punto que quede absorbido por el disminuido volumen de la inversión".

lunes, 19 de septiembre de 2011

¿QUÉ CONSIGUES SI EMPUJAS UNA CUERDA?

Sobre política monetaria (leído como de Keynes): "la política monetaria funciona como una cuerda: sirve para 'tirar', es decir tiene la capacidad de restringir el crédito subiendo los tipos de interés, pero no para 'empujar', es decir, para aumentar el crédito bajándolos. Esto es así porque el crédito crece sólo si crecen las expectativas de inversión, no la cantidad de dinero en circulación.

martes, 23 de agosto de 2011

GUERRAS DE AGOSTO

Se echaba de menos la guerra israelopalestina de este agosto, pero ya la tenemos aquí, con algunos muertos de mas o de menos, pero sí, la verdad, que está bastante adormecida comparada con las razzias y reconcentraciones de años atrás. ¿Será que se trata de no volcar al ejército sirio hacia esta costa, ahora que está pendiente de cualquier excusa para lanzarse a degüello sobre enemigo real o ficticio?. Y hoy mismo se cae la Libia de tantos años. ¿Qué dice Irán a todo ésto?, ¿Y la Arabia Saudita?. Qué está pasando en suma en este voraz Agosto, en este solazón verano?..
El tema de las guerras de Agosto, ya lo teníamos integrado como una especie de ‘rebajas’ en el mapa del concierto de las naciones, particularmente las judías para desmantelar en unos días las cuevas y escondrijos de los enemigos palestinos, acabar con algunos de sus recursos humanos, y hacer gala del ‘músculo de ejército’, antes de las negociaciones de invierno. Bien, se había convertido en una moda, dado los ingentes beneficios de tener a la población occidental ‘in orbis’, ‘in alubiis’, fuera del circuito de lo político, como quién dice.
De ahí, parece, que se haya complicado entender ahora bien el significado de las guerras de agosto, pues al calor de estas ventajas se han añadido algunos otros medios de ejército, algunos otros campos de batalla; como por ejemplo de lo primero: los agentes de cambio y bolsa, los nuevos Estados emergentes, los ‘fondos de riesgo’ y otras alimañas. Y en los segundos: los mercados de valores; los de CDS’s (¿no será hijo póstumo de ese partido nuestro de la Transición?), o el de los mercados de la Deuda.
¿Y porqué Agosto es también tan atractivo entonces para hacer escabechinas para estos tiburones del mercado?. ¿Será también por el atontamiento general de los ciudadanos, nuestra mas ceguera complacencia, atizada por el calor y la modorra?. Pues sí, pero sólo en parte, que estas ‘ventajas decisivas’ de la agresión sin réplica ciudadana las trabajan mejor los que deben hacer con sus actos muertos-muertos, escenas desagradables; pero menos los que buscan sólo ‘poner en valor’ una acción de mas o menos, un movimiento rápido o lento; una posición a la baja, o ‘es el momento de comprar’. Los que andan por ahí haciendo operaciones para definir un precio que aclare el valor del ‘papel’, sea moneda, apunte contable, pagaré o derecho inrrespaldado (¿cuál es el precio del dinero santo diós?) utilizan agosto porque es mucho mas fácil alterar los precios del mercado.
Pues cómo sino se forman los precios en agosto, amen de con los inestimables (también invalorables, mira tú) consejos de las agencias de ‘ratings’, con el fácil expediente de ‘sacudir’ un poco los precios, moverlos de banda, alterar sus resultados relativos, y sacar de ello la correspondiente ganancia. ¿Pues que no?. ¿Y a qué se deben entonces las grandes oscilaciones diarias?. Verdad que los que mueven 10 en 1.000 a poco pueden aspirar, pero mucho mas si mueven 10 de 500, y aun mas si lo hace con 10 en un mercado de 100?. ¡Agosto es en suma un mes extraordinario para marcar las tendencias financieras de la próxima campaña!; ¿inflación?; ¿cúanto me prestas?; ¿qué es lo que ganas?.
Al fin y al cabo es la misma tecnología que aplican los ‘muy ricos y bien posicionados’ para poner los precios y los mercados de la deuda patas arriba todo el año. Intervienen, mira a ver tu, en un mercado muy pequeñito, que se llama de los CDS’s, mira tu, como ese partido pequeñito de centro democrático, para tomarlo por asalto y desde alli con estos fondos mas bien escasos, promover tendencias en el grueso del mercado financiero y en los presupuestos generales de los estados.
¿Conoce alguien un mayor rendimiento financiero que el que este verano ha conseguido una pequeña inversión en ese mercado secundario de los CDS’s, que fue capaz de producir una cuantiosísima inversión del Banco Central Europeo en bonos españoles e italianos?. Pequeñas inversiones astutas para ganar mas ahora, después, siempre, aun comprometiendo la solidez de los Estados y de los propios mercados.

viernes, 19 de agosto de 2011

El término nación es un comodín

Nación, nacional, es el embeleco de la lengua que nos instruye a la gente del común sobre nuestro origen étnico, y/o sobre nuestra religión, y/o sobre nuestra lengua y cultura, y/o sobre nuestras leyes y, en todo caso, sobre cómo estas realidades abarcan un lugar sobre la tierra. Todos estos criterios pueden servir de asiento para un término que define nuestra identidad en relación con dónde hemos nacido: nacional, nacido en... yo soy de los dominios de la religión católica, o de los de la raza vasca, o de los de la cultura catalana, gallega, castellana, vasca..., o de los que compartimos leyes propias.

Se decía... ¡la nación católica!, y así era España; pues ese era el rasgo más definitorio de la “nación española”: éramos españoles los que vivíamos bajo el yugo de la Santa Inquisición, única institución común a todas las tierras de España hasta la Constitución de Cádiz de 1812.

Religión, raza, lengua... ¡qué origen tan dispar para anclar sentimientos nacionales de identidad!. ¡Qué submundos fronterizos han debido dirimir nuestros ancestros, cuántas áreas por delimitar!. E imaginaron naciones puras: ¡vaya fatuosidad!.

En nuestros tiempos también se están creando naciones, pero ahora con su base en otro origen mas: que son las leyes, los derechos y obligaciones iguales: los europeos y su constitución: nací europeo, sujeto de sus derechos y obligaciones subjetivos; o norteamericano, o australiano, o neozelandés.

Nación norteamericana: ¡estado de mil naciones!, pero donde todos gozan y sufren las mismas leyes!; Islam: nación de los que siguen a Mahoma, nación religiosa con miríada de Estados bajo su égida; Judía: nación de la sangre judía, de la religión judía, de la lengua y cultura judía; nación alemana, croata, eslava, árabe, celtibérica... España: estado de reinos, crisol antiguo de mil naciones por una austera doctrina religiosa especialmente troquelada.

No creo productivo pelearse políticamente por el significado del término ‘nación’, pues sin duda es un comodín que dice muchas cosas; y un@s y otr@s somos nación por lo uno, por lo otro y por lo de más allá.

Convengamos, si así os parece, que españoles somos los que compartimos la Constitución Española. Y luego cada cual que lo reafirme, si quiere, añadiéndole valores de raza o de religión o de cultura, o lo matice, si considera conveniente advertir que es español en cuanto que comparte un cuerpo de leyes, pero euskaldún, catalán, isleño o andaluz si quiere referir su cultura o su RH.

jueves, 3 de marzo de 2011

¡QUE GRAN VERDAD SOBRE LOS TIPOS DE INTERÉS!


Dice la Angela Merkel a su socio Sócrates, cuando éste se queja de que debe pagar intereses muy altos por préstamos que utiliza para cumplir su compromiso de formar el Fondo con el que prestárselos a Grecia, a más bajo interés, que éste, que la ratio, el fulcro, el beneficio del dinero que le es prestado "es expresión de la confianza de 'los mercados' en un país. Y que en la medida en la que Portugal recupere la confianza y la credibilidad de éstos, disminuirán los intereses".

Pues qué gran verdad, pués; esto es: quién te presta el dinero te lo deja a un interés mayor o menor, según la confianza que tenga en que se lo devuelvas. ¡Nos ha aclarado el agua del Nilo!. Donde están situadas las lagunas de la certeza, sin embargo, es en el saber cuáles son los subterfugios a partir de los cuales se genera esa confianza o desconfianza, pues si Portugal aún paga sus créditos y evita así la señal mas evidente de la insolvencia, habrán de ser otras las razones por las cuales 'los mercados' le castigan con sus recelos y a pagarlo pues mas alto.

Una razón es la consabida valoración que de la deuda hacen las agencias de 'rating', inventos tan provechosamente capitalistas que sacan su beneficio de ponerle precio a las cosas que lo tienen incierto, provocar de esa manera tales precios, y en el peor de los casos, equivocarse gravemente sin perjuicio alguno, para ellos. Es decir: que estará clara la capacidad de estos agentes para influir en la confianza en la deuda portuguesa, pero oscuro y bien oscuro de dónde viene esa capacidad.

Otra razón para tener o no confianza, ésta mas de andar por casa, es la que nace pura y simplemente de la vecindad, de tal manera que me fío con mas soltura de mi primo, o del primo de mi primo, que de ese otro que habla la lengua de beluchistán. Y aunque en temas de dinero los negocios son los negocios, si el primero es alemán y es mi patria, y yo soy un prestamista alemán, actúo como mercado regalándole mi confianza y mi credibilidad; justo lo contrario que haré ante el incierto 'paria' al que le cobraré ambos valores a un precio cierto.

¿Han observado, sin embargo, que es éste un comportamiento suicida de 'los mercados'?. Pues aumentándose el interés de los nuevos créditos a los que ya tienen presuntas dificultades para pagar, y presionando por lo tanto sobre el gasto presupuestario de su Estado, además de arruinar las políticas sociales y comerse para sí todos los ahorros conseguidos, generan estas nuevas obligaciones que ponen aun mas cara la cantidad a pagar, y por lo tanto mas dificultades, que quedarán reflejadas en nuevas pérdidas de confianza, y así vuelta a empezar.

Ese torbellino estúpido del capital armado de ese mecanismo tan voraz del interés no parará hasta que haga sucumbir a los Estados, como ya pasó en la crisis de la deuda latinoamericana de los años 80, con el resultado paradójico de que entonces pues habrán de aceptar resignados tremendas 'quitas'.

Yo, desde luego, estoy perdiendo la confianza en que Angela Merkel represente los intereses de los ciudadanos incluídos los alemanes si son sólo la gente del común. Y busco la manera de hacérmelo cobrar.

miércoles, 2 de marzo de 2011

LAS DOS ESPAÑAS

Se la dibuja a una al lado de la otra; está la una como rebrincando siempre por quedar encima (aunque la otra le soporte solo a medias esa mala costumbre y la quiera hacer mas cuerda).

Esta está formada por un tropel de resindioses, viejos ajenos ya al sinvivir de los más jóvenes, de una clara y serena visión son portavoces; se someten fácilmente, sin embargo, a los rumores: ¡los ricos te esquilman!; ¡las brujas existen!, ¡el sinsabor de la pobreza te amenaza!. Ellos, ¡ellos! deben pagar la crisis: ¡no yo!.

Quedan huellas aquí de cuando los ricos pactaron no subirse jamás sobre los hombros por chantaje: aprovechándose de la miseria, de la indignidad, del hambre.

martes, 15 de febrero de 2011

La derrota del PSOE y la desamortización de Mendizábal.

Inaugurada la calle Serrano, Madrid se queda sin obras, a excepción de la guinda que pondrá Ana Botella en las riberas del Manzanares allá dias previos al Electoral: llena de perales y de manzanos y de una playa para retozar. La quintaesencia del banquete justo a tiempo, antes de dejar las arcas definitivamente vacías.

Es mas: faltó el cálculo preciso, pues ahora falta ya para pagar: lo de ayer, lo de antesdeayer cuando las grandes obras. Y un humo nuevo también contaminante pone su parte en la boina de Madrid: ¿tendrá Gallardón dinero para pagar?.

Esperanza Aguirre tiene toda la razón cuando le dice que venda el patrimonio acumulado (al fin y al cabo es lo que hacen los bancos...) para salvar los muebles, como hizo el Mendizábal, ante la pesadumbre desdichada que se le viene encima: “salvar los muebles”: ¡”bruñir en silencio la cobardía”!.

Vender, según ésa, tendría los efectos de la desamortización de Mendizábal, o sea: liberaría el mercado habitacional, o sea, bajarían los precios, o sea, compraría el que tiene dinero o crédito para comprar: ¡los burgueses de antaño!.

¡Bonita papeleta la de Gallardón!: regalarles la sin par y engalanada y renovada calle de Serrano y también buena parte del patrimonio municipal!.

Eso de desamortizar bienes municipales quien lo hizo fue Madoz, allá por los 50 del siglo XIX; que Mendizábal, lo que hizo, veinte años antes, fue obligar a vender el patrimonio... a los curas: sus casas y monasterios, y sus tierras, porque los tenían sometidos a un régimen de propiedad improductivo.

Me tengo para mí que la birulesa y sus asesores han llegado a la conclusión de que a su amigo Gallardón pueden endosarle ya su derrota a piezas. Y que así como Aznar nos coló que tenía un primo que era sobrino del nieto de la hija de Azaña, así estos liberales metidos a la política, que tanto detestan, nos convencen de fruslerías, de ideas fáciles, de hipótesis políticas sobre cuyos resultados es fácil probar ya que provocan mas una maldad.